Ante un traumatismo ocular debemos acudir a un centro sanitario lo antes posible y evitar la manipulación de los ojos por personas no profesionales, aunque sospechemos de la presencia de un cuerpo extraño.
La doctora Marta Mármol, oftalmóloga del Centro de Oftalmología Barraquer, nos explica los síntomas que debemos tener en cuenta antes de acudir a un servicio de urgencias oftalmológicas.
Síntomas de alerta
La especialista señala que ‘el dolor, el enrojecimiento o la disminución de visión, nos deben poner en guardia.’ La exploración del oftalmólogo es necesaria para pronosticar la severidad del traumatismo y detectar lesiones graves, como el desprendimiento de retina, que en un principio pueden pasar desapercibidas.
Por otro lado hay afecciones que nos avisan de su peligro por la pérdida de visión que conllevan, como puede ser la oclusión de la arteria central de la retina. Esta está causada por un infarto de la arteria y afecta principalmente a personas que padecen problemas vasculares. También debe alertarnos ver lucecitas, destellos o mosca volantes, pues pueden ser síntomas de un desprendimiento de retina.
Marta Mármol alerta que ver líneas rectas curvadas, así como ver doble puede alertarnos de un problema en la mácula. En algunas ocasiones el dolor agudo es el motivo de acudir a urgencias. Esto es habitual en el glaucoma agudo. La pérdida de amplitud del campo visual, la simetría de las pupilas o altura de los parpados puede corresponder con enfermedades neurológicas.
La importancia de acudir a un servicio de urgencias
Ante cualquier traumatismo directo sobre los ojos, párpados o región peri orbitaria debemos acudir al servicio de urgencias. Existen traumatismos físicos, otros causados por la radiación ultravioleta del sol, que pueden producir lesiones que requieran atención médica especializada.
También existen traumatismos químicos por substancias irritantes o cáusticas, en estos casos, la doctora recomienda un lavado inmediato de los ojos, con agua abundante durante varios minutos, como medida previa a la visita al especialista.
«La profusión de legañas, conjuntivitis, ojo seco, pequeñas hemorragias conjuntivales, aunque no revisten gravedad ni requieren atención inmediata, deben ser tratadas», detalla la oftalmóloga.
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